martes, 3 de noviembre de 2009

CADAVER II


Grupo: el de siempre


Ella, deja atrás el abrazo de aquella provincia. Cada aliento, cada mirada, cada caricia lo guarda en la valija. Había llegado el momento de partir; el momento de encontrarse.


Luego de muchas horas, se encuentra allí, de nuevo; completamente desubicada, intentando construir una nueva cotidianeidad que la aleje de aquel verde citadino. Observa la sábila miniatura que está encima de la mesa. Le cuenta que ha visto sábilas enormes, que crecen sin ningún esfuerzo y en cualquier lugar, hasta en los sitios más hostiles. La planta voltea, asienta y dice que por mucho que la mire no va a crecer más, no, allí no.


Luego de preparar el mate, la mujer se levanta y le da la espalda. Camina rápidamente huyendo de ella. No llega a andar ni cinco pasos cuando lo piensa mejor y se devuelve. La agarra con la punta de los dedos, la lleva a la altura de sus labios y dice: “tú lo que eres es un pedazo de frailejón". La coloca en la mesa, pero no puede resistirse a su perfume y, aunque intenta alejarse, sucumbe a su encanto. Vuelve a tomarla. La muerde suavemente. Finalmente la deja en el mueble y se aleja saboreándose los labios.


La mujer mantenía el triste gusto por la sangre; y aunque ninguna le producía tanto placer y vigor como la humana, se había privado de ella por no soportar la culpa que le acompañaba luego de robar el aliento de su manjar.


Se vuelve a contemplarla, lleva sus dedos a los labios aún impregnados del vital néctar y contemplándolos se consuela pensando que había sido sólo "un sorbo" y que ella prácticamente se había entregado. De pronto, recuerda a todos los que decidieron igual. Tan sólo una herida, tan sólo consecuencias, tan sólo líquidos bajando por aquel verde hasta la ciudad.


Ahora todo fluye con la misma rapidez de los tragos de esa noche, como un regalo: una prorroga efímera de su juventud prescrita, durante la cual se embriaga del cuerpo mancebo que ahora yace a su lado, insoslayable, como un recuerdo perenne de los azotes del tiempo, que algunas noches le castigan, y otras, como esa noche, le premian.



Participantes (por orden de aparición):

Beira Díaz., María José, Patricia Carvallo, Lupe Núñez, Adriana Medina, Marisabel González, Tomás García

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