
Tantos soles que se puso el Generalísimo Comandante en Jefe - Omnipresente Señor del Ejército Bolivariano mismo - y ninguno sirve para iluminar un poco esta anárquica y hostil ciudad.
Esta ciudad se volvió puro nubarrón, pura lluvia, puro barro, pura queja.
La ciudad del “mientras tanto y por si acaso” como la llamó Cabrujas. El “país de tanta luz y tanto absurdo” como lo definió Pérez Bonalde.
Robert quería una historia, pero es que la historia ya no existe. Apenas quedan rastros, como rayones de tiza en el piso: todo el que camina por encima de ellos, los borra. Yo quería escribir algo chistoso, pero estoy lúgubre. Debe ser la lluvia. Igual los extraño.
Diana
Esta ciudad se volvió puro nubarrón, pura lluvia, puro barro, pura queja.
La ciudad del “mientras tanto y por si acaso” como la llamó Cabrujas. El “país de tanta luz y tanto absurdo” como lo definió Pérez Bonalde.
Robert quería una historia, pero es que la historia ya no existe. Apenas quedan rastros, como rayones de tiza en el piso: todo el que camina por encima de ellos, los borra. Yo quería escribir algo chistoso, pero estoy lúgubre. Debe ser la lluvia. Igual los extraño.
Diana
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